Julia Medina Jiménez

Alumnos

Su vida en la serie:

Julia apareció en el Internado en la segunda temporada. Compartió habitación con Vicky y Carolina, quienes quedaron sorprendidas porque nada más llegar se intentó escapar por la ventana de la habitación.

Los primeros pasos de Julia en el Internado no fueron muy afortunados. Al principio fue una chica rebelde a la que todo le daba igual, que llamaba la atención en clase y que sólo pensaba en escaparse del Internado para estar con su padrastro, persona de la que estaba enamorada.

El padrastro de Julia, el señor Cistaré, estaba casado con la madre de Julia pero también se había liado con ella. Fue Héctor (director del Internado por aquel entonces) el que impidió esta relación, ya que se dio cuenta de lo que estaba pasando y fue hasta el coche de Cistaré para evitar que siguieran viéndose y le amenazó con denunciarle.

Se ganó algunas broncas y castigos, sobre todo por parte de Elsa. Y es que Julia llegó a poner a Elsa contra las cuerdas, ya que simuló que ésta le había pegado un guantazo.

El primero que se fijó en ella fue Roque, pero fue Iván el que finalmente terminó conquistando su corazón. Al principio su relación con Iván va a ser un poco tensa ya que son dos personas diferentes, pero que tienen en común el mal genio y la rebeldía.

Hubo peleas entre Roque e Iván por ganarse a Julia, y es que Iván prometió a Roque no acercarse a Julia y dejarle vía libre para conquistarla pero no cumplió su palabra y terminó enrollándose con ella. Cuando Roque se enteró, se lo recriminó a Iván pero Roque se convirtió en uno de los principales apoyos de Julia.

Julia contaba con un curioso don: era capaz de ver fantasmas, es decir, personas que han muerto en la vida real y que se presentan ante Julia para desvelarle algo importante. Al principio Iván y el resto de sus compañeros/as no se creían eso de que Julia veía fantasmas y llegaron a pensar que Julia estaba completamente loca. Incluso Iván hizo bromas con el asunto y le puso algunos motes como: “cazafantasmas”, “Cásper” o “esotérica descerebrada”.

El primer fantasma que vio Julia fue el de su padre, que le dijo a Julia que su muerte en realidad fue un asesinato. Julia no daba crédito a lo que estaba viendo y escuchando. Se lo comentó a su madre, que tampoco la creyó y que la llevó al psiquiatra en varias ocasiones. Julia llegó incluso a pasar por el psiquiátrico de San Antonio, en donde estuvo ingresada María, la limpiadora del Internado.

A raíz de ver el fantasma de su padre, Julia se dio cuenta que éste fue asesinado por guardar en una caja fuerte de un banco, pruebas contra la empresa farmacéutica Ottox. Además supo que su padre fue el abogado de Sandra Pazos hasta que murió. Lo supo porque le descubrieron en un vídeo en la que aparecía Sandra Pazos con su psicóloga Gabriela Sánchez Trebijano en sus sesiones de regresión, cuando les contó que le habían extraído un óvulo.

El siguiente fantasma en presentarse ante Julia será el de Cayetano, un alumno del Internado al que supuestamente había asesinado Noiret, el padre adoptivo de Iván. Al principio Julia pensaba que Cayetano era un chico que estaba obsesionado con ella y que le seguía a todas partes. Pero al final Julia le preguntó a Cayetano lo que quería y éste le respondió que tenía que decirles algo muy importante a sus amigos. Héctor pilló a Julia en los pasillos hablando sola y cuando le entregó un examen en blanco con la palabra “Ayúdame” escrita dos veces pensó que algo raro le estaba sucediendo y decidió avisar a su madre.

Julia tenía miedo pero al final se lo terminó contando a todos gracias al apoyo de Roque que terminó creyendo a Julia. Iván no la creyó y se burló de ella constantemente.

Pero a pesar de sus diferencias, la relación de Julia e Iván fue una de las mejores de El Internado.

Ambos se querían y buscaban pruebas tanto dentro como fuera de El Internado, arriesgando sus vidas en más de una ocasión, como el caso en el que Iván y Julia fueron encerrados en el cuarto de calderas y la temperatura se iba incrementando poco a poco.

Julia decidió por su cuenta ir al banco para ver el contenido de la caja fuerte de su padre. Todo esto con Noiret pisándole los talones. En ella encontró una muestra de sangre, que pertenecía a Paula Novoa Pazos (hermana de Marcos).

También Iván y Julia se jugaron el tipo al acudir al archivo de casos de su padre para coger los papeles del sumario Novoa-Pazos. Aunque no encontraron nada, se llevaron las cintas de grabación de las cámaras de seguridad para saber quién había sustraído la documentación.

Julia estuvo ayudando a Vicky en las investigaciones que ésta llevó a cabo sobre la muerte de Cristina Palacios, alumna de El Internado que murió a manos de Mateo (el profesor de matemáticas).

Pero uno de los momentos más delicados fue cuando Julia decidió volver con su padrastro, el señor Cistaré, tras una discusión que tuvo con Iván. Se fue con él, aunque no estaba muy segura de ello.

Pero Iván y Roque vieron unas fotos en las que aparecía Noiret y Cistaré juntos y entonces pudo saber que Cistaré era de los malos y colaboraba con Ottox. Decidió ir a buscar a Julia al bosque. Cistaré la tenía encerrada en su coche y quería que le contase todo lo que había descubierto, ya que si no lo hacía, la mataría. Iván arriesgó su vida y le rescató pero ambos fueron apresados y maniatados. Gracias a María y Tony (padres biológicos de Iván) ambos fueron rescatados sanos y salvos. Hubo un forcejeo entre Tony y Cistaré, falleciendo ambos en la contienda.

El siguiente fantasma que apareció ante Julia fue el de Valentina (la madre adoptiva de Iván). Julia vio a una mujer ahogada en una bañera. Una vez más Julia sintió miedo e incluso llegó a interrumpir un encuentro que tuvo con Iván al ver cómo caía agua por las paredes. Cada vez que Valentina se presentaba ante Julia le daba una pelota roja que era el único recuerdo que Iván tenía de su madre adoptiva.

Iván no la creyó y de nuevo se burló de ella.

Pero estando cerca de la laguna, una mano salió del agua y agarró a Julia por el tobillo, cayéndose ésta al agua. Dentro del agua se encontró con Valentina que le entregó una llave para Iván. Iván se tiró al agua para rescatar a Julia, y ella le dijo que su madre la había dado una llave. Esa llave permitió a Iván ver unos papeles que Noiret guardaba, en los que pudo constatar que María era su madre biológica.

Cuando realmente creyó Iván a Julia fue cuando ella le dijo que veía el fantasma de Eva Wülf (hija de Ritter Wülf o Santiago Pazos). Al principio Julia pensó que estaba viendo a Paula, pero después se dio cuenta que no era así.

Además Rubén, el “cara-cartón”, estaba intentando sonsacar información a Julia sobre el fantasma de Eva Wülf que ella veía. Hugo estaba detrás de todo esto ya que estaba utilizando a Rubén para conseguir sus propósitos. Rubén le dijo a Julia que él también había visto a ese fantasma pero todo era mentira.

Julia también utilizó a Rubén ya que le estuvo distrayendo para que sus compañeros pudiesen entrar en su habitación y dirigirse a una habitación contigua, que era la número 13 y que perteneció a la hija de Santiago Pazos cuando era pequeña.

Aquella niña quería decirle a Julia lo que le había pasado pero a pesar de sus insistencias Julia no la entendía demasiado bien y no tuvo más remedio que provocar una ventisca para que Julia empezara a congelarse. Iván y Vicky se encargaron de ayudarla. La metieron en una bañera de agua caliente pero Julia les dijo que eso era inútil.

De hecho Iván tuvo que salvarla para que no muriera congelada de frío, al igual que aquella niña. Iván bajó a los pasadizos junto con Julia para destruir la urna de Eva Wülf.

Ambos fueron apresados y fueron encerrados en la sala de las jaulas. Gracias a Marcos y Amaia pudieron salir de aquel lugar y dirigirse hacia los laboratorios. Iván logró destruir con un extintor la urna con los restos de Eva, ante las amenazas de Noiret y de Wülf.

Iván fue consciente que había salvado a su chica. Julia consiguió huir de los pasadizos con Iván antes de que se produjese la explosión provocada por Camilo.

Anteriormente ambos fueron infectados con el virus, al igual que sus compañeros, por lo que decidieron ayudar en las tareas de excavación para encontrar las medicinas. Pero Iván sufrió los efectos secundarios de tomar la medicación y habló con Lucía (la médico del Internado) sobre el asunto: si tomaba la medicación tendría pérdidas de memoria y si no la tomaba moriría en menos de 48 horas.

Ante esta situación, consciente de sus pérdidas de memoria y de no haber acudido a una cita romántica que Julia le había preparado en una bañera con velas, decidió romper con ella para que ni Julia ni él sufriesen. Y es que Julia fue sorprendida por Jacinta cuando se encontraba dentro de la bañera, siendo una de las escenas con más humor de esta última temporada.

Tras hablar con María y con Marcos, Iván intentó arreglarlo todo después, pero no consiguió su objetivo ya que para Julia el mero hecho de ser amigos no era ninguna opción. Julia terminó destrozada, llorando desconsoladamente y no dio crédito a las palabras pronunciadas por Iván.

Después se centró en ayudar a su compañera Vicky, para que ésta pudiese saber cómo había ido la operación de su padre. Ambas entraron en la habitación de Amelia para robarle un colgante y así poder sobornar a uno de los militares presentes en el perímetro de seguridad. Vicky consiguió robarle el colgante pero cuando se dirigieron al lugar dónde se encontraba el soldado, fueron sorprendidas por el teniente Garrido que le pidió al soldado que averiguase gratis como estaba el padre de Vicky y si su mujer había dado a luz ya que había salido de cuentas.

Posteriormente se enteró, al igual que sus compañeros, que Roque asesinó a Carolina. Roque les dejó encerrados en los laboratorios pero gracias a Amaia pudieron salir de aquel lugar. Les afectó a todos pero especialmente a Julia, pues no se podía creer que su mejor amigo, con el que había pasado tantas cosas, situaciones y al que había contado tantos secretos hubiese matado a su amiga.

Parecía que Julia no volvería a acercarse jamás a Iván, pero cuando Julia vio que su chico estaba mal, se preocupó e intentó ayudarle. Lo que pasa es que cuando se acercó a él era inevitable que sus sentimientos volvieran a florecer, porque por mucho que la pese sigue y seguirá enamorada de él. Iván siente lo mismo y no puede impedir besarla, pero cuando Julia le recuerda que en el baño es donde lo hicieron por primera vez, y éste no se acuerda le dice que no pueden ser amigos ni nada.

Julia y Vicky, junto con Lucía encontraron destruidas las medicinas en los pasadizos. Ambas evitaron que el teniente Garrido acabase con la vida de la médico del Internado.

Julia, Alicia e Iván fueron los primeros en descubrir que el ejército tenía pensado matarlos a todos, gracias a la información y el sudario que les entregó el soldado al que anteriormente había sobornado Roque.

Posteriormente vieron como Hugo mató a éste soldado y escucharon cómo se comunicaba con el coronel Araújo, lo que les hizo pensar que Hugo trabajaba para él. Inmediatamente avisaron a Elsa y ésta decidió no entregarles a Max Levov (el hombre misterioso) que posteriormente fue secuestrado por los militares.

Julia recibió una carta de despedida de Roque, al que luego vieron Vicky y ella dirigiéndose hacia el bosque para intentar escapar del Internado junto con otros compañeros/as.

Julia intentó reconciliarse con Iván en varias ocasiones pero éste le seguía rechazando. Al ver unos vídeos en el portátil de Iván descubrió los efectos secundarios que éste sufría por el hecho de tomar la medicación. Le pidió una hora para intentar reconquistarle de nuevo y dicha reconciliación se produjo en el pasillo siendo una de las escenas más emotivas del Internado.

Estuvo cuidando de Vicky en la enfermería después de que ésta resultase atacada por el teniente Garrido. El teniente entró después en la enfermería y la dijo a Julia que Elsa la necesitaba urgentemente. Julia le pidió a Garrido que no dejara a su amiga sola. Garrido aprovechó la ausencia de Julia para intentar asesinarla ya que podría delatarle. cuando despertara. Pero en ese momento Vicky recuperó la consciencia (que no se acordaba de nada) y Julia y Elsa entraron en la enfermería por lo que Garrido desistió.

Roque recurrió a Julia en cuanto descubrió en el bosque una bolsa de deportes negra con un pico y una pala. Roque pensó que alguien del Internado tramaba algo malo. Pese a sus insistencias, Julia le ignoró por completo y le dio de lado. Después Julia se encontró con Iván desorientado en el pasillo, quién no se acordaba que estaba buscando ayuda para rescatar a Marcos. Marcos estaba atrapado en los pasadizos, le habían caído encima unas cajas que contenían piezas de la máquina de radiación lumínica y estaba empezando a sufrir una intoxicación por la rotura de una tubería de gas. Cuando le encontraron Julia se temió lo peor pero, gracias a Amaia, Marcos consiguió recuperarse.

Cuando Julia e Iván mantuvieron un encuentro en el gimnasio, Iván le echó a Julia en un vaso la que era una de las últimas ampollas de medicina ya que pensó que sería más útil dársela a su chica.

Junto con Rubén, Vicky, Iván y Sara pretendía escaparse del Internado siguiendo un plan de Rubén que consistía en coger un coche y escapar del Internado. Rubén había secuestrado a Paula para entregársela a los militares y poder salir fácilmente. El plan no salió como Rubén esperaba.

Julia y los demás compañeros fueron tras Rubén y después encontraron colgado de un árbol el cuerpo sin vida de Roque. Alicia pensó que se había suicidado pero tanto Julia como Vicky, investigaron la muerte de Roque y encontraron un trozo desgarrado de su camiseta y su teléfono móvil.

Marcos, que pretendía ir a buscar a su madre escapando por un agujero de la alambrada, desistió de hacerlo al ver como Iván quedó tendido en el suelo. Le llevó corriendo hacia el Internado porque estaba sufriendo los efectos de no haberse tomado la medicación. Entre todos hicieron lo posible para que funcionase la máquina que Max Levov había construido. Julia descubrió que Iván tenía escritos en el brazo los números que hacían funcionar la máquina. Fueron unos momentos muy difíciles y angustiosos para todos, especialmente para Julia y María, pero al final la máquina funcionó y curó a Iván. Por esa máquina también pasó Julia curándose completamente de la enfermedad.

Julia le enseñó a Fermín el móvil de Roque en el que había un vídeo. En ese vídeo aparecía el teniente Garrido enterrando el cuerpo sin vida de Lucía en el bosque. Fermín decidió tender una trampa al teniente Garrido informándole que iban a fugarse del Internado utilizando los pasadizos hasta la trampilla del bosque en lugar de por el pozo.

Junto con sus compañeros estuvo quemando el mobiliario del Internado y también la máquina de radiación lumínica y las cajas con el virus. Después Julia se fue con el resto de alumnos y profesores por los pasadizos, pero al no ver a Iván se dirigió de nuevo al Internado. Justo en ese momento se derrumbó parte de la pared y la entrada de la chimenea quedó bloqueada. Julia empezó a llorar desconsoladamente pues pensó que podía haber perdido a su chico, pero después vio que Iván pudo salir sano y salvo del Internado.

Vio morir a Fermín junto a Iván y a María. Posteriormente Fermín apareció en forma de fantasma ante Julia y la dijo que cuidase de Iván y María.

Valores que encarna su figura:

Intrépida, segura de si misma, cariñosa, simpática, poco tolerante, carismática, luchadora, extrovertida, sincera, atractiva, valiente, sufridora, inteligente y auténtica.

Su tendencia en la serie:

Julivanista, por su relación con Iván.

En una frase:

“Un alumna con el alma partida entre lo que ve y lo que siente”.

Actualizado por última vez el 7 febrero, 2018.

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